Tras la Guerra Civil, a pesar de la firma del Acuerdo de Paz en 1996, el gobierno no apoyó la educación pública y no había escuelas primarias indígenas. Las comunidades indígenas están unidas en su lucha por promover su cultura y la igualdad en la educación bilingüe. A pesar de las grandes dificultades, los líderes y educadores indígenas crearon la Asociación Q’eqchi’ Xch’ool Ixim en 1993 y formaron cinco pequeñas escuelas primarias de 1º a 6º curso en la región de Nimlah’akok para mejorar el acceso a la educación y la calidad de la enseñanza de los estudiantes q’eqchi’ de las aldeas indígenas rurales. Gracias a Xch’ool Ixim, ahora hay 43 escuelas públicas (una por aldea) y 122 profesores que atienden a 2.766 alumnos.
El modelo educativo desarrollado e implementado como una de las acciones de Xch’ool Ixim pretende promover el papel de la escuela en la comunidad e incorporar elementos de la cultura e historia maya, así como conocimientos del currículo impartido en las escuelas públicas. Nuestro objetivo es desarrollar un modelo educativo que apoye el desarrollo intelectual y refuerce la identidad cultural. Esto incluye la aplicación de un enfoque metodológico innovador que convierta la educación en un proceso de formación de calidad y aprendizaje consciente.
Nuestro impacto
En la región Q’eqchi’ de Nimlah’akok, hemos recorrido un largo camino:
Nuestro reto
n las escuelas con menos de 25 alumnos, se designa a un profesor como director, que se encarga de impartir los seis cursos y todas las asignaturas. Sigue sin haber formación del profesorado. El plan de estudios no se centra en la educación bilingüe. El profesor puede o no hablar Q’eqchi’. Como la mayoría de las mujeres Mayas de esta región no fueron a la escuela y son monolingües, la mayoría de los niños empiezan la escuela hablando sólo Q’eqchi’ y tendrán que aprender español. El idioma no es el único obstáculo al que se enfrentan estos niños. Si estas familias de bajos ingresos son capaces de hacer los sacrificios necesarios para que sus hijos vayan a la escuela primaria, menos de un tercio completará el sexto grado y, si lo hacen, no hay acceso a la educación secundaria. No hay autobuses escolares ni transporte público que facilite los desplazamientos, que pueden ser de hasta 10 km por carreteras sin asfaltar para llegar a la única escuela secundaria de la región.